miércoles, 11 de noviembre de 2009

La fuentecilla de la Calle Toledo

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Ahora es un monumento más de la ciudad de Madrid, pero un día fue la mejor fuente y traía las mejores aguas de la capital. Tenía fama de ello y por eso todo el mundo venía por agua a la fuentecilla de la Calle Toledo.


Los aguadores venían hasta aquí para comerciar con esta agua de tanta calidad. La fuente hoy pasa desapercibida en una de las entradas del rastro madrileño.

La fuentecilla representa al poderío que un día tuvo el imperio español en los dos hemisferios. Se construyó en 1816 y se cree que en su lugar antes hubo un pequeño caño del que manaba agua.

Lo curioso es que además de para coger agua, la fuente era también un lugar donde la gente joven quedaba para ligar.


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3 comentarios:

Winnie dijo...

Prometo fijarme la próxima vez....Besos

pape dijo...

Es increible la cantidad de monumentos que pasan desapercibidos en Madrid como no vayas atento. De tu mano no se me escapa ninguno.
Un besin

anapedraza dijo...

NO conocía la historia de esta fuente, a mi me trae muchos recuerdos... ¡jo!

MIGUEL