Con casi 1.000 m2 , la exposición es una muestra única, por tres motivos: es la primera de Adrià en Madrid, la primera sobre procesos creativos y la primera que refleja la nueva etapa del chef, después del cierre de su restaurante. El revolucionario cambio que supuso el Bulli queda recogido a través de un sinfín de apuntes, dibujos, platos y utensilios.
Hasta el 1 de marzo en el Espacio Fundación Telefónica
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