martes, 26 de enero de 2010

La Quinta de los Molinos

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La Quinta de los Molinos es uno de los parques más bonitos de Madrid. Aún sigue siendo un gran desconocido para muchos al no estar cerca del centro de la ciudad. Por supuesto que merece la pena darse una vuelta por la Quinta de los Molinos y descubrirla.

Casi siempre el paseo comienza por una de sus entradas principales, la de la Calle Alcalá, justo a la ladito de la boca de Metro de Suances.



El parque de la quinta de los Molimos fue en su origen una finca privada que pertenecía a un arquitecto alicantino.


El objetivo del arquitecto fue crear una finca con arquitectura y vegetación mediterranea para así no evocar su tierra de origen. Todo al más puro estilo mediterráneo.


La Quinta de los Molinos es un lugar perfecto para pasear y hacer ejercicio al aire libre.


En primavera florecen los almendros y el parque está precioso. Es recomendable su visita todo el año.

También abundan en la quinta los olivos.


Adentrándonos más en el parque pasamos por debajo de un puente.
Por casi todos los rincones encontramos fuentes y pilones de agua. Por el parque en tiempos atrás circulaban dos pequeños arroyos.



Las albercas que nos encontramos por el camino servían para almacenar el agua usada para regar la finca.

Cuando seguimos andando nos encontramos una de las más gratas sorpresa del parque: Una autentica gruta natural.

Y un poco más adelante, un enorme estanque.


A lo lejos se ve el majestuoso palacete, origen de la quinta de los Molinos. A partir de aquí se fueron adquiriendo el resto de terrenos.




Estamos a punto de descubrir lo más importante del parque, por lo que se le da este nombre. Sus molinos.

El primer molino luce junto a una bonita rosaleda.

Los dos únicos molinos supervivientes de la quinta acaban de ser restaurados esta misma semana.

El otro molino de la quinta, en un lugar más bonito todavía

Aunque su función era casi decorativa, también se utilizaban para sacar el agua de regadío de la finca.

A la derecha una impresionante pista de tenis en hierba decorada con muy buen gusto.

Como se ve, la quinta de los Molinos es un lugar idóneo para relajarse y descansar.

Si bajamos un poco vemos el invernadero.


Y la casa del reloj. Impresiona el contraste de los modernos edificios de oficinas de la Calle Alcalá con el parque.



También choca ver edificios de viviendas justo en las inmediaciones del parque. Es el precio que tuvieron que pagar en 1982 los herederos de la Quinta de los Molinos al Ayuntamiento de Madrid para que el parque conservara 21 de sus hectáreas como zona verde y 7 para uso de edificios.


El parque está perfectamente conservado y muy bien cuidado.




No se puede contar mejor, hay que venir a verlo. Estoy deseando volver.
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4 comentarios:

mcarmen dijo...

Bonito post, Dani. Yo hace siglos que no voy. Tengo que volver!

Winnie dijo...

¡Qué reportaje más bonito!...quiero ir ...YA. bss

Mercedes dijo...

¡Lo has contado estupendamente! lo conozcas o no, dan ganas de ir inmediatamente :-)
es un sitio precioso, lleno de rinconcitos.

anapedraza dijo...

¡Gracias Danimetrero!

Quiero ir ya, este finde convenzo a Ana para ir a verlo.

No es la primera vez que me hablan de él, pero ni por asomo me imaginaba que fuera tan bonito.

¡Un abrazote!

MIGUEL