lunes, 2 de enero de 2012

Agosto (Condado de Osage), de Tracy Letts en el Teatro Valle-Inclán

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UNA FAMILIA


"Agosto, Premio Pulitzer del autor norteamericano Tracy Letts, es una de las grandes obras del teatro norteamericano de los últimos años. La versión española ha corrido a cargo de Luis García Montero, al que agradezco enormemente su incursión en el teatro y su mirada tan contemporánea, tan lúcida, a una tragedia de nuestros días, con claras reminiscencias del teatro de Eugene O´Neill (Largo viaje del día hacia la noche) y del mejor Edward Albee.



Agosto es la historia de una familia que no es ni más ni menos que una epidemia, un grupo de seres humanos encerrados en una casa destartalada a través de cuyas grietas empieza a rezumar un sumidero de putrefacción, de aguas estancadas que los van encharcando, asfixiados por el calor pegajoso de unos días de verano durante los cuales parece que el mundo se acaba. Es más, ese mundo está ya en trance de desaparecer para siempre aunque ellos no puedan darse cuenta. Ese es el drama. El lugar, Osage County, Oklahoma. A lo largo de cuatro horas, Tracy Letts nos habla de un lugar preciso de América, de
una casa situada en las afueras, de una familia con una herencia envenenada, a través de la cual asistimos sin contemplaciones al resquebrajamiento del «American dream» en la voz de unos personajes vibrantes, llenos de vida, de frustración y de dolor que se rebelan en vano contra un mundo del que ya no pueden escapar. Tres generaciones, un matrimonio de dos viejos en sus últimos estertores, sus tres hijas marcadas por una herencia contaminada, y una niña de quince años que ha aprendido a convivir sin ningún problema con un mundo de adultos que desprecia, pero que es el suyo y del que no puede desprenderse.

Esta sería una manera de entender la propuesta escénica de Tracy Letts, pero hay más. En el fondo es una metáfora de nuestro mundo, de un mundo que ya nunca será el mismo y que se lleva por delante las ilusiones y los sueños de tres generaciones. El fin de algo y el principio ¿de qué? Esa es la gran pregunta que empieza a hacerse Beverly Weston, el padre de familia, tan lúcido que huye antes de la primera escena de un mundo que ya no le pertenece y, como dicen sus autores favoritos, John Berryman y Hart Crane, «donde ya no me apetece vivir» (...)".

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay entradas para ninguna función desde hace más de un mes. ¿Podremos verla en otro teatro en Madrid o nos quedaremos con las ganas?