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Los Reyes Magos de Oriente no se resignan a abandonar a los niños y niñas de los barrios periféricos. No cuando los recortes aplicados por el Ayuntamiento de Madrid son, en gran medida, resultado de la nefasta gestión de su equipo de Gobierno, que acumula una deuda millonaria producida por actuaciones que no responden a las necesidades de la ciudadanía, como la ampliación de la M-30 y la remodelación del Palacio de Cibeles.Allí se dirigirán precisamente el próximo martes 3 de enero a las 11h, acompañados por representantes de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), para registrar una carta dirigida a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en la que denunciarán la eliminación de las cabalgatas en los barrios, la prohibición de la celebración de la cabalgata de Villaverde y los recortes sociales que, con el pretexto de la crisis, ha aplicado.
El “tijeretazo” presupuestario no va a dejar sin cabalgata a los niños de los barrios periféricos. De ello se encargarán las asociaciones vecinales, de madres y padres, culturales y otras organizaciones barriales de los distritos afectados. Los primeros que sacarán sus reyes magos a la calle serán las asociaciones vecinales de La Elipa y Bilbao en Ciudad Lineal. Será el miércoles 4 de enero a las 18h. La cabalgata partirá del emblemático parque del Dragón, en la calle Marqués de Corbera y, tras recorrer las calles del popular distrito, finalizará en las pistas de Ascao, en la confluencia de las calles Ascao y Emilio Ferrari. A las 20h, los niños y niñas podrán disfrutar de un chocolate caliente mientras entregan sus misivas a los Reyes Magos en la sede de La Nueva Elipa, en la C/ Santa Felicidad, 21.
El día 5 tomarán el relevo las asociaciones de Villaverde, Carabanchel, Latina y Hortaleza, que aducen que “no pueden permitir que los niños de sus barrios no tengan el mismo derecho que los del centro de la ciudad, donde se mantiene la gran cabalgata anual, para disfrutar de una fiesta con una gran tradición popular”.
Con esta iniciativa, los colectivos promotores pretenden demostrar, además, “que con la participación desinteresada de vecinos y comerciantes es posible organizar unas cabalgatas populares, mucho más económicas y participativas que las que se gestionan a través de empresas privadas”.
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