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Lo malo es que los niveles de contaminación acústica de Madrid no son muy positivos. Muchas de estas estaciones de medición registran más de lo permitido, más de 65 db. Sobre todo las zonas de plaza de España, Cuatro Caminos, Ramón y Cajal y Cuatro Vientos. La palma se la lleva la Plaza más ruidosa de Madrid. La de Manuel Becerra.
La última vez que se midió la media de contaminación acústica el resultado final fue de 63,6 decibelios. Es decir, en Madrid vivimos al borde del límite máximo permitido. Lo suficiente para terminar locos.
Todo esto al fin a y al cabo solo son datos. La realidad es que Madrid es una ciudad ruidosa, muy ruidosa.
Los niveles de ruido de Madrid se miden gracias a las 30 estaciones de medición que el Ayuntamiento de Madrid tiene repartidas por diferentes puntos de la ciudad. Los sonómetros son los dispositivos encargados de medir la contaminación acústica y los decibelios.
Recientemente se ha denunciado que se han suprimido temporalmente las estaciones que medían los niveles más ruidosos de la ciudad como las situadas en el paseo de Recoletos, la glorieta de Carlos V, la plaza del Doctor Marañón, la del Marqués de Salamanca, Luca de Tena, plaza de Castilla, Isaac Peral, paseo de Pontones, calle de Alcalá, Santa Eugenia, Urbanización Embajada, Villaverde y plaza de Fernández Ladreda.
Recientemente se ha denunciado que se han suprimido temporalmente las estaciones que medían los niveles más ruidosos de la ciudad como las situadas en el paseo de Recoletos, la glorieta de Carlos V, la plaza del Doctor Marañón, la del Marqués de Salamanca, Luca de Tena, plaza de Castilla, Isaac Peral, paseo de Pontones, calle de Alcalá, Santa Eugenia, Urbanización Embajada, Villaverde y plaza de Fernández Ladreda.
Lo malo es que los niveles de contaminación acústica de Madrid no son muy positivos. Muchas de estas estaciones de medición registran más de lo permitido, más de 65 db. Sobre todo las zonas de plaza de España, Cuatro Caminos, Ramón y Cajal y Cuatro Vientos. La palma se la lleva la Plaza más ruidosa de Madrid. La de Manuel Becerra.
La última vez que se midió la media de contaminación acústica el resultado final fue de 63,6 decibelios. Es decir, en Madrid vivimos al borde del límite máximo permitido. Lo suficiente para terminar locos.
Todo esto al fin a y al cabo solo son datos. La realidad es que Madrid es una ciudad ruidosa, muy ruidosa.
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1 comentario:
Fíjate Dani nunca hubiera pensado que Manuel Becerra ffuera la más ruidosa...no sé por qué. Me pegaría más de la Glorieta de Bilbao.... Besitos
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