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Haberlo haylo, pero no se ve por que está escondido.
Hubo un tiempo en que se podía ver, pero la gente acudía en tropel para visitarlo y hacerle fotos, por lo que la iglesia decidió taparlo.
El cocodrilo de la Iglesia de San Gines está oculto en uno de sus altares. Concretamente a los pies de la Virgen de los Remedios. Por eso se le llama vulgarmente "la capilla del Lagarto".
Alonso de Montalban lo mandó disecar cuando consiguió huir de el y de otros cuantos cocodrilos más durante su estancia en una isla.
Para librarse de ellos mientras le perseguían a el y a su familia, Alonso se encomendó a la Virgen de los remedios y como se salvó cuando volvió a Madrid hizo que esculpieran la escultura de la Virgen de los remedios y puso ante sus pies al cocodrilo disecado.
Creo que todos hubieramos tenido derecho a verlo. La iglesia esta en la calle Arenal si pasais decirle al cura que se tire al rollo y que lo enseñe.
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Hubo un tiempo en que se podía ver, pero la gente acudía en tropel para visitarlo y hacerle fotos, por lo que la iglesia decidió taparlo.
El cocodrilo de la Iglesia de San Gines está oculto en uno de sus altares. Concretamente a los pies de la Virgen de los Remedios. Por eso se le llama vulgarmente "la capilla del Lagarto".
Alonso de Montalban lo mandó disecar cuando consiguió huir de el y de otros cuantos cocodrilos más durante su estancia en una isla.
Para librarse de ellos mientras le perseguían a el y a su familia, Alonso se encomendó a la Virgen de los remedios y como se salvó cuando volvió a Madrid hizo que esculpieran la escultura de la Virgen de los remedios y puso ante sus pies al cocodrilo disecado.
Creo que todos hubieramos tenido derecho a verlo. La iglesia esta en la calle Arenal si pasais decirle al cura que se tire al rollo y que lo enseñe.
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11 comentarios:
Hola Dani, al párroco de San Ginés le sienta bastante mal que le pregunten por el cocodrilo, lo he presenciado :-)
Los párrocos son la peste de las iglesias.
Parece que el párroco no se dió cuenta, que aunque sea por el cocodrilo, la gente concurre a la iglesia. Al menos por aquí, cada vez tienen menos fieles.
Muchas gracias por tu visita. Y si, Chevy es muy bueno y muy divertido, en tanto te guste ese tipo de humor.
BESOTES DANI.
¡lagarto! ¡lagarto!.....es que me dan un yuyu. Besos
Hace unos años estaba a la vista de todo el mundo, pero un buen día desapareció, una lástima
0_0, ¡flipado me he quedado! ¡un cocodrilo en un altar! JAAAAAAAA.
El cura es un poco corto de luces, yo lo tendría bien iluminado, con un cartelito contando la historia y 50 centimos de nada para poder verlo, se forraba.
¡Muchísimas gracias por compartir la historia! no la conocía.
¡Un abrazote!
MIGUEL
-Mercedes pues entonces nada. mo he dicho nada.
- Stultifer, los abra buenos tambien ¿no?
- Stanley por aqui parece que tambien se esta perdiendo la fe
- Winnie no te preocupes q lo han escondio
- Matritensis yo nunca lo llegue a ver, me hubiera gustado
-
MIGUEL mejor no le des ideas
No se si lo tiene escondido o dónde, y lo cierto es que le fastidia porque ¡supongo! piensa que en la iglesia hay muchas cosas importantes y todo el mundo le pregunta por el cocodrilo. Pero no debería ser así. Los curas son como las personas en general, de muchos tipos :-)
Gracias por la historia no me la conocia, y en cuadno pase y pille la iglesia abierta le preguntare a ver que pasa............
Hola, Dani,
precisamente ayer estuvimos hablando del famoso cocodrilo, al que yo he visto hace un montón de años cuando estudiaba muy cerquita de San Ginés. Supongo que el cura de entonces no era el mismo, pero ya por entonces no le hacía ninguna gracia cuando se le preguntaba por el cocodrilo...
Yo me sé otra historia sobre el origen del famoso cocodrilo, que he leído en el "clásico" de Pedro de Répide "Las Calles de Madrid". Al parecer, en 1358 se produjeron unos robos y destrozos en la iglesia de San Ginés, y el capellán del rey Pedro I hizo una cuestación popular para recaudar fondos y arreglar la iglesia. Tanto dio que hablar el tema que hasta el Papa dio sus bendiciones a quienes colaboraban económicamente en esta labor.
Pero al parecer lo que resultó ejemplar fue el castigo que el propio rey impuso a los culpables: les obligó a arrojarse a un barranco que había donde ahora está la Calle de la Escalinata, junto a la Plaza de Isabel II (te habrás fijado en el enorme desnivel con el resto de la zona...). Y cuando al fondo cayeron, apareció el famoso cocodrilo de San Ginés, que probablemente se los merendaría. Y el resto, hasta formar parte de la iglesia, sólo lo sabe el pobre cocodrilo...
Un saludo y hasta pronto.
ias por la aclaracion Iñaki, me ha parecido muy interesante
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