Todas las almas tienen perdón, menos las tuya Ruiz Gallardón. Así rezaban los asistentes de la manifestación antiparquímetros de ayer.
Desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza Mayor de Madrid.
Carabanchel no se rinde y no descansará hasta que no quiten los parquímetros de sus barrios. Olé sus güevos.
Son incansables llevan desde 2006 manifestándose por las calles. Es la guerra que nunca acaba: no podrán con ellos.
En su día dediqué un vídeo a los vecinos de Carabanchel por su incesante lucha aquí está.
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2 comentarios:
A patadas. Hay que quitarlos a patadas o sellar la ranura de las monedas con silicona. (Sin que te vean, claro. Te acusarían de destrozar el mobiliario urbano)
Yo ahí al perro le dejo orinar, algunos empiezan a estar oxidados...Lo de Carabanchel sí que fue un pelotazo...
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