Es una pena pero al final el que tiene el dinero, como siempre, es el que manda. Es el caso de la Plaza de la cebada de Madrid.
Después de que el Ayuntamiento de Madrid no encontrará ningún inversor para la reforma del mercado y del polideportivo, se ha recibido una oferta que puede que sea la última.
Para dar luz verde al proyecto que se ha quedado paralizado habrá que aceptar una oferta que desfavorece mucho al barrio de la Latina. Parece que es la única solución.
Una gran firma, que por el momento no han querido desvelar, se hará cargo de la Paza de la Cebada imponiendo , como no podía ser de otra forma, sus condiciones. 60 millones de euros tienen la culpa.
Dentro de las condiciones de la gran firma comercial está la posesión del nuevo complejo deportivo y la concesión del aparcamiento, que hasta ahora era la mayor fuente de ingresos de los comerciantes del mercado de la Cebada. también habría que reducir el tamaño del mercado tradicional.
Se pretende construir un nuevo parking gigantesco con 562 plazas y quitarle la explotación de este al mercado. El inversor impone sus condiciones y cualquiera le dice que no.
Habrá además un enorme supermercado de 2500 m cuadrados y probablemente derribe a los pocos puestos que queden en pie en el mercado. Por si fuera poco se construirá una tienda de 11000 metros cuadrados distribuida en en 4 plantas. El polideportivo perdería el 15% del terreno y de los 80 puestos que hay en el mercado tan solo se salvarían 30. El resto va a la calle con una indemnización económica.
El mayor problema de todos sería como hacerlo para no detener la actividad comercial durante las obras.
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3 comentarios:
El dinero manda ¿no Dani? Besos
que pena.Besos
Es una pena que lleguemos a este nivel de chapuza. Las cosas se hacen bien o no se hacen. Quedarse a medias siempre trae problemas... Tantas prisas por tirar la única piscina pública cubierta de la que disponía la zona centro, dejando sin servicio a miles de vecinos (deportistas, personas en rehabilitación que precisan la natación...), para, al final, improvisar el proyecto. Las casas no se empiezan por el tejado... Primero asegura el proyecto y después haz las obras.
Saludos, Jesús
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