.
Una leyenda madrileña muy antigua cuenta el origen del nombre de la calle del Pez.
En el siglo XVIII vivió en Madrid un sacerdote que poseía una gran finca que ocupaba los terrenos comprendidos entre lo que hoy son las calles de San Bernardo y Pozas. Por aquella época llegó a Madrid para ejercer como monarca Felipe II que no dudo en apropiarse de la mitad de la finca del sacerdote, la otra mitad fue a caer en manos de un tipo llamado Juan Coronel.
Juan Coronel decidió reformar la casa de los terrenos que acababa de adquirir, para ello contrató a unos cuantos hombres que le hicieran el trabajo. Estos trabajaron duro para construir la nueva casa y así lo hicieron. Mientras trabajaban acudían a por agua para hacer las mezclas a un bonito estanque de peces de colores que había en la finca. La hija de Juan, Blanca solía jugar en este estanque y vio como los peces de colores iban muriendo a medida que el agua se ensuciaba con las cubetas de los obreros.
Cuando las obras terminaron solo quedó un pez en el estanque, pero tampoco duró demasiado y murió. La hija de Juan entristeció tanto que su padre para animarla mandó grabar un enorme pez de piedra a la entrada de la casa.
Todos los que por allí pasaban la conocían como la casa del pez y de ahí paso a ser la calle del mismo nombre. Hoy en la misma calle a la altura del número 24 hay un edificio que ocupa la antigua casa del pez, por supuesto que en su fachada principal se sigue conservando un enorme pez de piedra para continuar con la tradición.
La calle del Pez hoy.
La calle del Pez es además de por su leyenda una de las calles más variopintas de Madrid. Tiene una mezcla de tiempos pasados con modernidad. Casi todos los locales y bares de la calle llevan el nombre de pez o alguna variante.
Sobre uno de los muros de la Escuela Superior de Canto se apoya la escultura de una joven que recuerda que en una época no muy lejana fue una zona transitada por muchos estudiantes de la Universidad.
En la misma calle encontramos el antiguo convento de San Plácido que también ha sido escenario de dos leyendas madrileñas más. " La leyenda de la posesión diabólica" y " la leyenda del reloj de San Plácido"
Los okupas del Patio Maravillas tras ser desalojados del vecino antiguo edificio se han venido a vivir aquí. Concretamente al número 21 de la calle Pez.
El teatro Alfil es uno de los clásicos de la calle Pez
La casa de León en Madrid está en esta calle.
5 comentarios:
Durante una época pasaba todos los días por ella de vuelta a casa. También tenía un par de zapaterias de toda la vida que no sé si seguirán abiertas, y un bar memorable, El Palentino. Ah, y el estudio de Beringola, dónde se hacía la orla toda la Complutense ;-)
Una calle muy especial, efectivamente.
Me ha encantado el post. Una de las calles con más encanto y con más alma de Madrid.
Un abrazo!
me encanta esta calle, he pasado buenas noches por la zona. Quizá me guste ma´s la historia de San Plácido que la de la niña, que es tierna pero no tan morbosa.
Un abrazo
jaj me ha encantado la historia, cari, publica más historias así, que me chiflan, me encanta conocer estas cosas de Madrid. La calle del Pez ha estado un poco ajada pero ahora está a la page que dicen los cursis, vamos, que está de moda otra vez...
Bezos
Curiosa leyenda y muy buena iniciativa la de ponerle a los establecimientos nombres que tengan que ver con el pez.
Buen finde.
Publicar un comentario