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La calle más corta de Madrid es la calle Rompelanzas.
En su día también debió de ser una de las calles más estrechitas de Madrid aunque hoy no lo parece porque después de varias variaciones la calle es más ancha de lo que lo fue originalmente.
El origen del nombre se debe precisamente a su estrechez. Se cuenta que una de las lanzas del carruaje del corregidor Luis Gaitán de Ayala se rompió a su paso por esta calle y poco después le volvió a suceder lo mismo al presidente del Consejo de Indias.
Hoy en día la calle es más conocida por ser el lateral del edificio FNAC donde se compran las entradas de los conciertos y sobre todo es archiconocida por su puesto permanente de perritos calientes que ya es un clásico en la zona de la Puerta del Sol.
En su día también debió de ser una de las calles más estrechitas de Madrid aunque hoy no lo parece porque después de varias variaciones la calle es más ancha de lo que lo fue originalmente.
El origen del nombre se debe precisamente a su estrechez. Se cuenta que una de las lanzas del carruaje del corregidor Luis Gaitán de Ayala se rompió a su paso por esta calle y poco después le volvió a suceder lo mismo al presidente del Consejo de Indias.
Hoy en día la calle es más conocida por ser el lateral del edificio FNAC donde se compran las entradas de los conciertos y sobre todo es archiconocida por su puesto permanente de perritos calientes que ya es un clásico en la zona de la Puerta del Sol.
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2 comentarios:
lo había visto, pero siempre me encanta saber las historias de las calles de Madrid..cuandomenos curioso
Me encanta que me cuentes estas cosas.....Besos
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