La publicidad en las grandes ciudades ya no entra por los ojos tan facilmente, hay demasiada competencia y saturación, por eso los publicistas se estrujan los sesos para llamar la atención como sea. Su imaginación parece no tener límites para destacar sobre los demás. Aquí algunos ejemplos.
La última campaña publicitaria que me ha sorprendido ha sido la que anuncia la película "Noche en el Museo 2".
Nuevos miniteriosUn gran pulpo asoma por encima del cartel que lo anuncia. Según observé, a la gente que pasaba por delante del anuncio no le impactaba porque ni siquiera lo veían al pasar.
Últimamente la marca de ropa Jack Jones también se ha animado a lanzar este tipo de publicidad.
Entrada a Jack Jones en su tienda de la Calle Fuencarral
Marquesina del autobús en Plaza España.¿ Exagerada publicidad ?.
Los vagones de metro también seven cada vez más con publicidad.
Incluso hace un mes escaso, la marca de ropa Sprinfield lanzó una campaña de publicidad en la que en su escaparate de la Calle Preciados lucían dos maniquies humanos casi en pelotas.
En estas fotos que tomé en uno de sus centros de la Castellana se ve como renuevan su macro-publicidad. Espectacular.
la publicidad ... esa fuente inagotable de beneficios que enriquece a unos y perjudica a otros.
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6 comentarios:
La publicidad mueve mucho dinero, asi que al menos que sean creativos y nos sorprendan con sus propuestas. De todas formas, los mejores en esto son los americanos. Supongo que muchas de estas ideas las hemos copiado de ellos.
Madrid está lleno de pulpos!!
http://www.flickr.com/photos/36912555@N00/3553897360/
qué curioso, me encanta esa publicidad tan llamativa jajaja. es genial.
Que gran error el de anónimo, las mejores agencias de publicidad son ESPAÑOLAS y el 90% tienen su sede en Barcelona.
No te creas lo que sale en las películas, no todo lo mejor es gringo.
conmigo la publicidad no tiene nada que hacer. pasa por delante de mis ojos sin pena ni gloria. es útil, no lo dudo, pero en mi su efecto es nulo.
Al tiempo de ser arte,debería tener un aviso;mirarlos detenidamente causan adicción a la compra compulsiva.
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