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De Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección (del 1 al 8 de abril en 2012), miles de personas se acercan a la ciudad para presenciar las diferentes procesiones que recorren las calles de Madrid y disfrutar del ambiente creado con el redoblar de los tambores y las trompetas, y la vistosidad que ofrecen cientos de cofrades con sus coloridos trajes. Todo ello forma parte de la celebración que representa los misterios de la salvación de Jesús de Nazaret.Madrid conmemora intensamente la pasión y muerte de Jesucristo, no sólo en la exaltación de su devoción, sino en la celebración de otros actos culturales paralelos. Mientras iglesias y basílicas programan conciertos de música sacra, las distintas cofradías salen a la calle con los pasos que llevan preparando durante todo el año y los mejores restaurantes y pastelerías de la ciudad añaden a sus cartas platos típicos de Semana Santa con un toque castizo.
Procesiones
En Semana Santa las delicadas imágenes, que durante el resto del año se hospedan en las distintas basílicas e iglesias, son adornadas con numerosos cirios, flores y ricos mantos bordados para salir en procesión por lugares tan representativas como el Paseo del Prado, la calle Alcalá o la Plaza Mayor. A lo largo de todo su recorrido van acompañadas de decenas de nazarenos y portadas por costaleros de las distintas cofradías.
En cuanto a las procesiones más importantes celebradas en Domingo de Ramos y Miércoles Santo, hay que destacar el paso del Cristo de la Fe y el Perdón, y el de de Nuestro Padre Jesús de la Salud, respectivamente. La primera sale de la Basílica Pontificia de San Miguel y la segunda está organizada por la Hermandad Nuestro Padre de la Salud y María Santísima de las Angustias –conocidos como los Gitanos-, y recorre las calles aledañas al Paseo del Prado y la Plaza de Neptuno.
Por otro lado, las procesiones que se ofician durante el Triduo Pascual son las que más reconocimiento y adeptos tienen, ya que conmemoran la muerte de Cristo. Entre éstas son muy populares la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza, y la de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, ambas en Jueves Santo, así como los tres pasos de Jesús Nazareno de Medinaceli, María Santísima de los Siete Dolores y el Santo Entierro en Viernes Santo y, por último, la Virgen Dolorosa y la Procesión de la Soledad en el Sábado Santo.
Hay que hacer una especial mención a la Procesión del Silencio, por el singular ambiente que se crea durante la madrugada del Viernes Santo, cuando una gran comitiva de cofrades dispuestos en fila y vestidos con túnica y capirote caminan solemnes por las calles de Madrid, donde el único ruido que rompe el silencio de la noche es el sonido de los pasos de los nazarenos.
Ciclo de conciertos de música sacra
La Semana Santa madrileña es habitualmente recibida con música sacra. Iglesias tan representativas como la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, la Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro o la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli acogen los ciclos Réquiem, Voces para la Liturgia y Música para la Pasión, con un total de cerca de 20 conciertos y entrada es gratuita hasta completar el aforo.
Por un lado, los recitales englobados bajo el nombre de Réquiem están dedicados a la memoria y recuerdo del Mesías y normalmente se representan en ellos fragmentos de compositores como Fauré o Duruflé. En cuanto al ciclo de Voces para la Liturgia, suelen programar piezas musicales donde el órgano de tubos se acompaña de voces a capella de la coral. Por último, la Música para la Pasión representa las vísperas y posteriores días de la muerte de Jesús el Nazareno hasta la Resurrección.
Gastronomía de la Semana Santa madrileña
Como suele ocurrir en cualquier celebración religiosa, la Semana Santa madrileña también se acompaña de la preparación de platos típicos, que en este caso están profundamente vinculados a los deberes religiosos, pero sobre todo a la tradición. Entre los platos más representativos de esta época encontramos lastorrijas –plato dulce creado con pan humedecido en leche con canela, frito y espolvoreado con azúcar-, los Soldaditos de Pavía –trocitos de bacalao rebozados y crujientes-, potaje de garbanzos a la madrileña –puchero de esta legumbre acompañada de espinacas, bacalao, patatas y huevo duro- y lascroquetas de bacalao.
Finalmente, para concluir la Semana Santa y celebrar el Domingo de Resurrección, una tamborrada maña se traslada a la Plaza Mayor de Madrid, desde donde comienza un itinerario en el que numerosos cofrades acompañados de tambores y bombos ponen banda sonora a la conmemoración de la Resurrección de Jesucristo tres días después de su muerte.
1 comentario:
y aquí, en Madrid, estaré yo celebrándola....bss
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